Hay canciones que se escuchan, otras que se sienten… y unas pocas que se viven. Tal es el caso de “¿Quién no ha llorado por amor?”, el nuevo sencillo de Alex Fernández, que llega a las plataformas digitales este 23 de mayo de 2025 como un grito suave, pero certero, de honestidad emocional. Una declaración que marca el inicio de un camino más íntimo, valiente y propio para el joven cantante jalisciense.
A sus 31 años, Alex ya no quiere parecerse a nadie. Y aunque honra el linaje que corre por sus venas —nieto del inmortal Vicente Fernández e hijo de Alejandro Fernández—, hoy elige recorrer una ruta con nombre propio. “Esta canción soy yo”, afirma. “No es solo una historia de desamor, es la muestra de todo lo que he aprendido en este camino y de cómo ahora estoy listo para contar mis propias historias”.
La canción fue escrita por Alex Soto, Adrián Navarro y Vadhir Derbez, pero es la interpretación de Alex la que le otorga profundidad. La letra está llena de verdades incómodas, heridas abiertas y nostalgias que no terminan de sanar. Es una carta sin destinatario, una confesión que no busca respuestas, solo alivio:
Ya no va a volver / mi mente me pide olvidarla y mi corazón no va a ceder…
Eran tan buenas sus mentiras / que aún le creo todavía.
El arreglo musical, que fusiona la esencia del mariachi con las texturas emocionales del pop, responde al concepto que Alex ha comenzado a construir: el mariachi-pop, un género que nace de la tradición pero que se atreve a modernizarla con sensibilidad contemporánea. No es una ruptura con el pasado, es una evolución necesaria.
La producción estuvo a cargo de Kiko Cibrián, un veterano de la industria y viejo conocido de las grandes figuras de la música latina. Para Alex, trabajar con él ha sido “como afinar el alma. Todo lo que yo imaginaba, él lo entiende, lo traduce y lo convierte en música”. La conexión artística entre ambos ha sido tan profunda que este sencillo es apenas el primer vistazo de lo que será su próximo álbum.
“¿Quién no ha llorado por amor?” no busca fórmulas comerciales ni apela al sentimentalismo barato. Es cruda, elegante y honesta. Una muestra del sonido que Alex quiere dejar como legado, lejos de los moldes y cerca de su verdad.
Quién no ha llorado por amor / bebiendo a tragos el dolor / Que alce la mano por favor / a quien le han roto el corazón…
Soy uno más que en el amor la fe perdí / pongan mi nombre en la lista de los tontos sin un final feliz.
Un nuevo comienzo con sello propio
El lanzamiento de esta canción también coincide con la firma de Alex Fernández con DBM Music, un sello que apuesta por artistas auténticos, que no temen romper esquemas ni desafiar tradiciones. Para el cantante, esta firma representa un “renacer artístico”, donde finalmente siente que su música es suya de principio a fin.
Con tres álbumes previos en su carrera —Sigue la dinastía (2019), Buscando el olvido (2022) y Estoy a un trago más (2024)—, Alex ha recorrido ya varios escenarios y ha conquistado un lugar entre los intérpretes del regional mexicano. Sin embargo, esta nueva etapa lo muestra más libre, más consciente, más él.
Detrás del artista también hay un hombre con motivaciones profundas. Alex está casado con Alexia Hernández, con quien comparte la dicha de ser padre de Mía y Nirvana. “Ellas me hacen querer ser mejor cada día. Me han enseñado que el amor verdadero no se canta… se vive”, confiesa. Esa madurez también se cuela en su música, que ahora apuesta más por el corazón que por la expectativa.
¿Un himno generacional al desamor? Tal vez. ¿Una carta abierta al dolor que todos hemos sentido? Sin duda.
Alex Fernández ha dado un paso firme hacia su identidad artística. Y lo ha hecho con una canción que no pide permiso, pero sí espacio en la memoria emocional de sus oyentes.
“¿Quién no ha llorado por amor?” ya está disponible en Spotify, Apple Music, YouTube y todas las plataformas digitales.
Es tiempo de escuchar con el alma.