En una ciudad donde los tacos al pastor son parte esencial de la vida cotidiana, destacar no es tarea sencilla. Sin embargo, un restaurante en la Colonia Juárez está logrando justo eso: convertirse en referente gracias a una combinación precisa de calidad, creatividad y sazón.
Se trata de Los Pastorcitos de Sirloin, un local ubicado en Londres 61, a unos pasos del Metrobús Hamburgo, que ha logrado transformar la idea tradicional del taco al pastor al sustituir la carne de cerdo por sirloin marinado, sin perder la esencia que enamora al paladar mexicano.
La primera impresión es contundente: un trompo perfectamente formado, con tiras gruesas de sirloin dorándose lentamente al fuego. El aroma es profundo, especiado y ligeramente dulce. Aquí, el sirloin no es una moda: es una declaración de intención. La carne es suave, jugosa y con un toque ahumado que se intensifica en cada mordida.
Una carta que gira alrededor del sirloin (y no decepciona)
Aunque el taco al pastor con sirloin es el punto de partida, el menú de Los Pastorcitos está diseñado para explorar. Hay opciones para todos los gustos y niveles de hambre:
- Cuerno de sirloin: una joya para quienes buscan textura crujiente. Se sirve en una tortilla dorada con queso fundido y carne, formando un “cuerno” relleno de sabor.
- Costra de alambre: carne de sirloin cocinada sobre queso hasta formar una capa crujiente que cruje al primer bocado.
- Taco especial con queso: una opción reconfortante, perfecta para acompañar con cebollitas cambray o nopales asados.
- Gringa y quesadilla: versiones más sustanciosas que mezclan lo mejor del taco y la sincronizada.
Y si vas en grupo o con hambre de compartir, también puedes pedir la carne por kilo para preparar tus propios tacos en la mesa. No falta el tradicional chicharrón de queso ni las doraditas, acompañamientos ideales para abrir apetito o rematar la comida.
La barra de salsas: nada de sabores tímidos
Uno de los puntos que más sorprende en esta taquería es la barra de salsas. A diferencia de muchos lugares donde las salsas parecen ser decoración o carecen de potencia, aquí cada una tiene identidad propia, con sabores bien definidos y niveles de picor que no piden permiso.
La favorita de muchos —y con justa razón— es la habanera tatemada. Es intensa, ligeramente ahumada, con ese picor que no abruma pero sí se queda contigo, en el mejor sentido. Es el tipo de salsa que transforma un buen taco en una experiencia memorable.
También hay opciones más cítricas, otras con base de chile de árbol o guajillo, e incluso algunas con notas dulces que equilibran el picante. Lo importante es que aquí las salsas no son un adorno, son parte fundamental de cada taco.
Un espacio pensado para disfrutar
El restaurante no solo se distingue por lo que hay en el plato. Su ambiente es cómodo, moderno y bien iluminado, ideal tanto para una comida casual como para una cena más relajada con amigos o en pareja. El servicio es ágil y atento, sin ser invasivo, y la cocina se mantiene siempre visible, lo que suma puntos de confianza.
La decoración es sobria pero cálida, con detalles de diseño que invitan a quedarse un rato más. La limpieza es otro punto a favor, algo que no siempre se puede decir de todos los lugares de tacos en la ciudad.
¿Dónde están y cuánto cuesta comer ahí?
Direcciones:
- Londres 61, Colonia Juárez, CDMX
- Pedro Romero de Terreros 516-Local C, Del Valle Norte
Horarios de atención:
- Domingo a miércoles: 13:30 a 22:00 horas
- Jueves a sábado: 14:30 a 23:00 horas
Precios promedio:
- Taco al pastor de sirloin: desde $35 MXN
- Tacos con queso, cuernos, volcanes: entre $45 y $70 MXN
- Alambres o carnes por kilo: desde $390 MXN
- Acompañamientos: $40 a $80 MXN
Una comida completa por persona puede rondar los $200 a $300 pesos, dependiendo del hambre y los antojos. El precio es competitivo considerando la calidad de la carne, el sabor y el servicio.
Un nuevo clásico de la escena taquera
En una ciudad donde los tacos se cuentan por miles, Los Pastorcitos de Sirloin logran destacar por su propuesta bien ejecutada. La elección del sirloin como base no es solo un capricho: es una apuesta bien pensada que da resultados concretos en sabor y textura. A esto se le suma un entorno agradable y una barra de salsas que por sí sola ya vale la visita.
Si estás buscando un lugar que respete la tradición pero no tenga miedo de innovar, este rincón de la Juárez (y su hermana en la Del Valle) es un buen destino para tu próxima salida gastronómica.
¿El veredicto? Un taco que honra al pastor con un giro sabroso, picante y memorable.
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Dulce Vázquez